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martes, junio 23, 2015

Palabra boqueando


Era levada hacia la voz desde lo hondo
tras un moroso vértigo de error y probatura,
en una reluctancia de ancla fósil, en una
fundición de engranajes agonistas.

Era su tracto lóbrego y salvaje, palpitante como fósforo abrasado,
torcía su semántica un pasado de veces enfangadas,
legraba cualquier simple fonación el simple esfuerzo.

Era su tensa inanición realimentada
en un bucle cerrado de problemas
--volver a desunir, a desguazar la boca toda
era volver a derrotar hacia la sombra.

Era su eco último lo mismo que salir a una albufera:
quebrar el remo inhábil en la roca
y dejarse mecer por el agua y la luz en sus cabriolas.

Allí quedaba exhausta la palabra,
boqueando.


2 comentarios:

Julio dijo...

Escribes con una intensidad inusitada y nos haces vivir la angustia y la necesidad desde la belleza de la poesía. Amigo Pablo, me encantó. Todas mis felicitaciones. Con un abrazo.
Salud.

Pablo Ibáñez dijo...

Julio,

eres la bomba, amigo. No sabes cómo me gusta que vengas a comentarme.

Un abrazo.

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