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martes, junio 23, 2015

Palabra boqueando


Era levada hacia la voz desde lo hondo
tras un moroso vértigo de error y probatura,
en una reluctancia de ancla fósil, en una
fundición de engranajes agonistas.

Era su tracto lóbrego y salvaje, palpitante como fósforo abrasado,
torcía su semántica un pasado de veces enfangadas,
legraba cualquier simple fonación el simple esfuerzo.

Era su tensa inanición realimentada
en un bucle cerrado de problemas
--volver a desunir, a desguazar la boca toda
era volver a derrotar hacia la sombra.

Era su eco último lo mismo que salir a una albufera:
quebrar el remo inhábil en la roca
y dejarse mecer por el agua y la luz en sus cabriolas.

Allí quedaba exhausta la palabra,
boqueando.


jueves, junio 11, 2015

Pobre cuerpo



De todas maneras, pobre cuerpo...
por ti, codicia, alma, lo que seas: afán nocturnal de maltratarlo.
La cuota de fruición ya goteando, pobre cuerpo, y sigues, ¡por tu alma!, borriquillo
desvainado de trotar con otros cuerpos.

Pobre cuerpo: apenas una brizna de claror moja  la estancia
¡allá se van tus ojos a horadarla!,
a clavar sus agujas en tu sien emborrachada por el alma,
a dejarse abonar en el dolor, ¡y cómo duelen!
los cartílagos de estar siempre acechantes,
los cinturones de grasa fermentados, las hueseras
cariadas de etanol  y decepciones.

Pobre cuerpo, error de la inexistencia;
trasiegas corazón sin esperanza y basta un buche
de belleza casual para que rompa a hervir toda tu savia. Basta el sueño
de dar paso a un eternal tu sacrificio
para que duermas tranquilo como un niño.

De todas maneras, pobre…
pobre cuerpo.



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