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| Antonio López. Los amantes |
En Madrid, las tardes de calor,
se venden más los cuerpos que en invierno.
La calle es un erial de sueños agostados
y breve negociar, y rutinario.
El umbral de las columnas alienta un devaneo
susurrado y moroso, exento de requiebro.
Los plátanos consienten centenarios
el fácil deambular, el mundo raro...
Enrarecidos frescores de portales:
las palmas de las manos os desean -¿por qué suda el dinero?
Hálitos de brisa saturada
acarician cortinas de lino en las estancias,
lo tórrido desnudo entre luz hilo que pugna las persianas.
Resuellan voces ocres, pasos sordos, exhalan ascensores,
patios tragaluces digieren horas torpes.
La muerte del extático calambre
desata el verbo fácil -¿por qué la vida urge?
Pasar del desamor al desamor: gestión de nada.
2 comentarios:
Ya te había leído este bello poema y creía haberte comentado cómo me gustó cuanto encierra y ofrece en el apretado calor de la ciudad, que somos nosotros mismos y esa gestión de nada que es el desamor. Me pareció muy sugerente y acertada la idea de enlazar este poema con el soneto -en todo novedoso y atrevido y del que tan bien has sabido salir- inspirado en Marrakech, idea que me gustaría también intentar y enlazar una serie de poemas... ¡sería magnífico! Creo que has descubierto un recurso muy creativo.
Te felicito, en fin, ahora en este pequeño escrito a pie de tus versos. Con un abrazo y el deseo del mejor verano.
Salud.
Gracias Julio, es un honor tu visita y generoso comentario, y una gran alegría que te haya gustado el poema.
Sí, normalmente hay unas pocas ideas o imágenes recurrentes que me vienen a la mente y las utilizo en distintos poemas. Las características de internet permiten linkarlas automáticamente y queda bastante bien. Internet facilita algunos recursos que dan, en mi opinión, buenos resultados en la publicación de poesía.
Un abrazo, amigo.
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