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domingo, junio 27, 2021

Huérfano, vagabundo, guerrero

 

El paso del arroyo la Chorranca






Extramuros del juicio, a cada paso

estrenabas calcinado derrotero.

Como huérfano abdicado, huías de principios y linajes.

Allá en irisación ardía la ciudad.

 

Abrazaste después, lejos de ella, la heráclita fe de las riberas.

Absorto como meteoro vagabundo, hollaste puentes

que unían las ideas de cambio eterno y de reflejo.

El rumor inagotable del río disipaba

la furia entre tus párpados. Los juncos

se arqueaban al fragor de la crecida. Comprendiste.

 

Al fondo de la senda, bajo el árbol,

brillantes de soledad, inevitables,

respiraban las armas sosegadas,

anunciando el ciclo agrio del guerrero.

Y aceptaste.


2 comentarios:

Julio González Alonso dijo...

Seguimos caminando, amigo Pablo, y la poesía es el camino. Felicitación, abrazo y salud.

Pablo Ibáñez dijo...

Gracias Julio,

un honor tu paso y positivo comentario, amigo.

Te mando un gran abrazo.

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