Tu parte más sensible tremendamente expuesta.
Víctor F. Mallada
caminamos la noche por las calles
bulliciosas y tibias, los detalles
de tu cuerpo lamían el abierto
aire cosmopolita; una densa
ambición de placer desinhibía
tu parte más salvaje -parecía
tremendamente fresca, joven, tersa...
Los días han huido. La ciudad
agoniza de orden; tus quehaceres
consumen el frescor que aún pervive.
Te queda la ficción de toda edad
para salvar la esencia, lo que eres:
eximir esa parte del declive.
2 comentarios:
Bien construido soneto. Sigue pareciéndome una excelente idea el enlazar los poemas, de manera que te van conduciendo por una red de evocaciones en torno al tema. Feliz verano y abrazo.
Salud.
Gracias Julio.
Un honor siempre
Y un abrzo
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