I
Felipe Fuentes García
como quien, en ofrenda, se abraza a la espesura
para arder en el ápice de su pavesa pura;
como quien de su noche una luz desescombra.
de desnudar el cuerpo de su palabra oscura:
la voz que se sublima ardiendo en la angostura
donde calla el olvido y la esperanza nombra.
y esquirlas del sendero por donde el hombre anduvo,
adviertas el engaño de alojarte en los sueños.
valores realmente lo que al fin te sostuvo:
unos dóndes y cuándos, unos qués y unas nadas.
son trazas de animal alerto en la espesura;
sediento de una vida, anclado a infancia pura
como arrasa una gota, o el aire desescombra.
y tú lamentas yerto un dios de noche oscura;
no hay calma ni razón que filtre la angostura
rocosa de tu alma. ¿Qué puede? ¿Quién la nombra?
de dar fuego a las sendas donde el amor anduvo,
tanto teñir de odio el brillo de los sueños,
tu altiva ancianidad, la fe que te sostuvo,
los dones malgastados, los años hechos nadas.
2 comentarios:
Buenos Sonetos y buenos ejemplos para ir aprendiendo. Mis felicidades por Rumiación; que bello poema. Vi algo de José Hierro ( ¡maravilloso poeta!).
Gracias Gustavo.
Un honor verte por aquí, amigo. Me alegro que te guste el blog.
Abrazos.
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