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lunes, julio 17, 2023

La herencia

Scarlett Johansson  Lost in Traslation







Has tocado —herrumbre fría— la cancela.
Llueve abandono al jardín tras la verja,
las ruinas del cenador
aloman la enredadera.
Tiembla en tus manos la herencia.


Padre abría cada tarde el portón al sol poniente.
Oteabas la cálida planicie, la brisa del serrallo transportaba
el rumor lejano y gris del autopista. Reunías
—bufando de odio juvenil— la siega fragante en balagares,
y luego te sentabas, por fin, a fumar al frescor de las arcadas,
ensimismando tu vida al horizonte, imaginando
negocios increíbles, ciudades prodigiosas, amores corsarios.


El día de la insurrección, como tormenta,
no acataste el imperativo de la tierra.
Querías libertad, ansiabas mundo, te ahogabas en estiércol…
Madre sollozaba silenciosa, camino de la iglesia. Padre
rumiaba y maldecía, sus ojos encrespados de pueblo y de vergüenza.
Y abrazaste el viaje, la fiebre de la ida,
el fulgor de las ventanas de los trenes,
el anónimo tropel  de la ciudad: su alma mestiza y numerosa.


Vino después un largo tiempo de auges y caídas.
Quiebras y opulencias alternándose, fiestas y sustancias y mujeres.
El olor a fruta rota del burdel, el brillo empedernido del dinero,
la húmeda paz del calabozo... La vida
presentando su rara ensoñación, su amorfa belleza submarina;
ocultando sus signos, su sentido, sus reglas paradójicas y estrechas.


Hasta hoy, cuando vuelves y tocas —herrumbre fría— la cancela
y tiembla en tus manos la herencia. Y entras, solo,
a las sombras hipnotizadas de la casa, cubiertas de fantasmas.
Los trofeos de caza te arrojan su escrutinio
de ojos y cuernos y pelaje macilento. Los muebles en silencio
conservan su afán utilitario; su olor a polvo y monasterio
sacude tu memoria y tu equilibrio. Te duele respirar.


Y miras hacia arriba, a la puerta aniñada de tu estancia.
Y van envejeciendo tus pies las escaleras.
Y van enmoheciendo tus dedos la baranda.

2 comentarios:

Julio González Alonso dijo...

Echaba de menos el ímpetu y la intensidad de tu poesía, Pablo. Es inspirador leerte. Un abrazo, y salud.

Julio

Pablo Ibáñez dijo...

Gracias Julio. Te mando un fuerte abrazo, amigo.

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