Compréndelo:
no existe más que una palabra verdadera:
no.
Antonio Gamoneda, “Canción errónea”.
no existe más que una palabra verdadera:
no.
Antonio Gamoneda, “Canción errónea”.
La isla
a Rafel Calle
Más tarde o más temprano
sabíamos que el mar borraría nuestra isla;
oíamos de noche su rocoso, freático discurso
pudriendo el malecón, su leche negra
fustigar los candiles de gas del belvedere.
La antigua tradición celebrativa de invasiones
aplacando al invasor en manso goce
resultaba incestuosa para el caso:
habíamos sumergido nuestros cuerpos, comido
de su carne, soñado la calima naranja de su ocaso.
Migrar fue descartado, somos tierra;
haría falta líder y obediencia
–moneda que sobraba en otras islas
ajenas a la nuestra-,
idealismo y rebelión ante la idea
de que una isla menos no es tragedia.
Quedó la aceptación, dijeron,
no era poco.
Sentados en la grada exterior del barrio bajo
esperábamos cada tarde que el sol se aniquilara;
brillaban las láminas de agua entre los pies
y oíamos aquel susurro grave repicando,
tañendo la única palabra verdadera:
no.
2 comentarios:
Acabo de leerte este poema en los foros Alaire y vengo a felicitarte de nuevo. El poema es bello y sugerente. Me ha encantado esta isla condenada a su final como metáfora de cada vida humana. Felicitaciones.
Salud.
González Alonso
Gracias Julio, maestro.
Un gran abrazo.
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