Grato proclama a Claudio emperador
Lawrence Alma-Tadema, 1871
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Acércate al caldario;
desnúdate de Roma y de Cartago
como si ya los bárbaros hubieran
limpiado las fronteras;
como si no se inclinaran los esclavos,
ni cónsules irónicos, riendo en el Senado,
gozaran del temblor de tus arengas.
Como si nadie hubiera descorrido la cortina
y fueras para siempre, adicto del escarnio ciudadano,
un cojo balbuciente
que ejerce de bufón en el mercado,
el asno que retuerce grotesco la quijada
a cambio de un bozal de pan y arenque.
Como si ya vinieran las cenizas
a taparnos, y una niña lavara sin pensarlo
polvorientos laureles de tus canas
y riendo enjugara tus mejillas
hinchadas de veneno consentido y sangre derramada.
Como si no fuesen tus ojos como sombras.
Tú, Claudio, que odiaste siendo dios, siendo tarado,
desnúdate de Egipto y de Britania,
como si entrase Germánico en el vaho,
desnudo también él de tantos años,
a librarte por fin de tanta Gloria
y supieras por él que aquellos muertos
esperan sin rencor
la extraña dignidad de tu caída.
6 comentarios:
Celebro aquí, en tu casa y tu cuaderno El Tránsito de Venus, este magnífico poema que acabo de releer tambien en los foros Alaire. Magnífico, magnífico en todo, amigo Pablo. Enhorabuena.
Salud.
Hola Pablo, acabo de leer este mismo poema en Alaire, es realmente bueno.
Volveré por tu blog.
Un abrazo.
I. Liñán
Gracias Julio.
Tu valoración es un verdadero honor para mí.
Un abrazo, amigo
Gracias Israel por tu generoso comentario.
Nos vemos en Alaire
Un abrazo
Conocía este poema tuyo, Pablo, y, sin duda, debí dejar mi comentario y te felicitaría por lo bien que te has conducido en este poema histórico, atisbo en él la sensibilidad y la hondura de Cavafis.
Un abrazo.
Francisco,
gracias amigo por tu elogioso comentario. Viniendo de alguien como tú es un gran honor para mí.
Un abrazo
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